Como ya hemos mencionado en otras ocasiones durante el año, en Septiembre se desarrollarán las elecciones obligatorias para elegir a los Consejeros que conformarán, por parte de nuestro claustro, el Consejo Directivo de nuestra Facultad, el órgano máximo de co-gobierno en FIUBA.

Desde el EPA en CAUCE creemos que esa "reprensentación" que tenemos, tanto en el Consejo Directivo como en los Consejos Asesores Departamentales o las Comisiones Curriculares Permanentes de cada carrera, no es democrática. Los y las miles de estudiantes que pasamos todos los días por las aulas sólo tenemos 4 representantes en ese órgano, mientras que los profesores titulares concursados (que a su vez son una minoría entre todo el plantel docente) tienen 8 representantes, además del Decano que también pertenece a ese claustro.
No solo es antidemocrática la composición del Consejo Directivo, sino que la propia "representación" niega muchas veces la voz de las grandes mayorías de nuestra Facultad, más allá de cómo esté compuesta esa mayoría (si por estudiantes, si por estudiantes y docentes auxiliares, o incluso también por profesores).

A su vez, los Consejeros que elijamos en las próximas elecciones elegirán hacia fin de año al nuevo Decano de nuestra Facultad. Es importante que los estudiantes, no solo organizándonos en el Centro de Estudiantes sino también en conjunto con los compañeros o compañeras que se sienten en su "banca" del Consejo Directivo, podamos incidir de forma eficaz en el proceso de selección de quién ocupará el Decanato, y en las políticas que lleve adelante en los próximos años, en defensa de los intereses de los estudiantes.

Se han dado muchos conflictos en el último tiempo cuyo desenlace pasó por el salón del Consejo Directivo. Necesitamos lograr reflejar en forma verdaderamente democrática las posiciones de las mayorías estudiantiles en las intervenciones de nuestros representantes en ese órgano de co-gobierno, respetando las decisiones que tomemos los estudiantes de manera directa, y no ajustando únicamente el accionar a un programa votado en una elección. Esto requiere contrastar nuestras posiciones con las de otros compañeros y compañeras para abordar a consensos superadores, tarea que evaluamos imposible desde la individualidad de una agrupación única, cualquiera que sea.

Por esto llamamos a los compañeros y compañeras del MLI y La Mella, y a todos los y las estudiantes que han transitado con nosotros la construcción incipiente de las comisiones de trabajo abiertas del CEI y el trabajo en las Comisiones de Estudiantes por Carrera a conformar un espacio de debate conjunto que pueda ser expresión en el Consejo Directivo de los debates y reclamos del claustro estudiantil. Sin negar que podemos tener diferencias respecto de algunas cuestiones, pero con la convicción de que las construcciones democráticas deben hacerse en unidad con quienes compartimos una misma forma de trabajo, nos parece importante que quienes se sientan interpelados por esta propuesta puedan evaluarla y esperamos que decidan llevarla adelante de conjunto.